Robert Pattinson asistió al concierto que ofreció
Beyoncé en el Staples Center de Los Angeles, donde llegó acompañado de
cuatro amigos, y confesó ser un fanático de la cantante.
Al terminar el concierto, Pattinson se dirigió a los camerinos para
saludar personalmente a Beyoncé, pero en su camino lo abordaron varios
guardaespaldas de la artista y le impidieron el paso, ya que carecía de
los permisos correspondientes para ingresar a esa área.
El actor se identificó con ellos, pero eso no ayudó en nada, y tanto él como sus amigos tuvieron qué retirarse.
Quienes sí disfrutaron en zona
VIP el concierto de Beyoncé, fueron Kourtney Kardashian y Kendall
Jenner, quienes fueron invitados por la cantante, ya que le une una
gran amistad con Kanye West, prometido de Kim Kardashian.