El 16 de julio de 2003, la cantante Celia Cruz perdió la batalla contra
el cáncer. Al cumplirse 10 años de su ausencia, el crítico de música
Andrés Rosales afirma que no hay quien llene el hueco que dejó “La
Guarachera de Cuba”
“Es muy difícil que alguien pueda llegar a ocupar su lugar, en principio
por cómo está el mercado de la música afroantillana, y en segundo lugar
porque no cualquiera trabaja 40 o 50 años y que la voz le responda”,
explica el crítico.
Cantantes como Haila o India “La Princesa de la Salsa” han sido
mencionadas para cubrir este puesto, pero el prodigio de voz y la
posibilidad de acoplarse a los nuevos tiempos hicieron que el aporte de
la “Reina Rumba” sea incomparable.
“Dejó mucho legado en cuanto a los diferentes ritmos y a esa manera de
interpretar, esa fue su herencia. Fue una señora que se adaptaba a los
movimientos musicales que se estaban dando en ese momento. Hay que
recordar lo que hizo con Larry Harlow con la ópera Hommy, lo que hizo
con los (Fabulosos) Cadillacs o con David Byrne. Van a tardar muchísimos
años para que salga alguien de ese calibre”, comentó Andrés Rosales,
conductor del programa de radio Picadillo Jam y del programa web
Salsamanía.
Zapatillas hechas a la medida, vestidos, lentes y pelucas excéntricas
formaron parte del estilo que Celia Cruz lució durante los últimos años
de carrera. Pero sus inicios se remontan mucho más atrás, cuando el 3 de
agosto de 1950 debutó con la Sonora Matancera con la que grabó cerca de
74 discos, según aseguró ella en su autobiografía Mi vida.
“La Reina Rumba” comenzó su carrera con “Las mulatas del sabor” y dentro
de sus primeras actuaciones destacaron las realizadas en el emblemático
Tropicana, en Cuba.
Tras dejar la isla y actuar durante varios años en México, se mudó a
Nueva York donde se reencontró con Tito Puente y Johnny Pacheco. En ese
momento su carrera dio un giro y terminó de internacionalizarse. Celia
siempre se vanaglorió de la buena estrella que marcó su camino, ya lo
decía en la canción “La dicha mía”, al lado del dominicano Johnny
Pacheco y Pete “El Conde” Rodríguez: “Lo primero que yo hago al
despertar / es dar gracias a Dios todos los días / rezarle a todos los
santos / y agradecerles la dicha mía”.
El final
La tarde del miércoles 16 de julio, a las 4:45 hora local de New Jersey,
Celia Cruz murió a consecuencia de un tumor canceroso alojado en el
cerebro. Dos días antes había cumplido 41 años de casada con el ex
trompetista de la Sonora Matancera, Pedro Knigth. Tenía 78 años.
Para cumplir con uno de sus últimos deseos, Celia fue enterrada con un
poco de tierra que ella misma recogió detrás de una reja cuando visitó
Cuba en 1990. En aquella ocasión cantó a refugiados cubanos en la Bahía
de Guantánamo.
Para recordar a “La Guarachera de Cuba” en Colombia, se le rendirá
homenaje en el Festival Mundial de la Salsa. En tv, el programa Sábado
Gigante transmite el homenaje “Yo viviré” con la presencia de los
cantantes Yuri, Albita y Pitbull.