Los duques de Cambridge podrían celebrar el bautizo de su primogénito, el príncipe George, durante el otoño, cuando su bisabuela, la reina Elizabeth, regrese de vacacionar en su residencia veraniega de Balmoral.
El
sacramento del tercero en la línea de sucesión a la corona inglesa
podría efectuarse en una ceremonia religiosa íntima, a la que asistirían
solamente los padrinos, familiares y amigos más cercanos de Kate Middleton y el príncipe William, según informa la página web de la edición británica de la revista Marie Claire.
La
tradición estipula que el príncipe debe ser bautizado en una réplica
del traje de bautizo en encaje punto Honiton y satén que la familia real
lleva usando desde 1841, y que fue estrenado por la hija mayor de la reina Victoria.
El
traje de bautizo original fue retirado después de haber sido usado en
30 bautizos de la familia real. Como la tela estaba demasiado
desgastada, Angela Kelly, ayudante de cámara principal
de la reina, y su equipo confeccionaron una réplica en 2008, con la
misma falda, cuello y lazo detallado del diseño original, según la
revista inglesa Hello!
Los bautizos reales usualmente se
celebran en el cuarto de música del Palacio de Buckingham, y allí fue
precisamente donde fue bautizado el príncipe William. Al príncipe Harry,
sin embargo, lo bautizaron en la capilla St. Georges del Castillo de
Windsor, y por ende, ese local podría ser otra opción para celebrar el
bautizo del nuevo bebé real.
La pareja real aún no ha decidido
quiénes serán los padrinos del principito. Expertos en la realeza
apuestan a que el príncipe Harry y la hermana de Kate, Pippa Middleton —quienes fueron padrinos de la boda de la pareja— también serán padrinos del bautizo de George.