La exniña Disney ha mostrado públicamente su enfado a
través de su cuenta de Twitter con los medios de comunicación que tienen
una falta total de respeto hacia su vida privada, y ha confesado que se
siente traicionada por la prensa, con la que siempre se ha mostrado
"abierta y sincera".
"Estoy completamente indignada por la falta
total de privacidad y de respeto que hoy en día hay en el mundo. Estoy
decepcionada. Los artistas no le debemos NADA a nadie. Elegimos ser
abiertos y sinceros con los demás a través de nuestra música; sin
embargo, ¿así es como nos lo agradecéis?", escribió en una serie de tuits.
La joven estrella aseguró que daría toda su fortuna y
toda su popularidad a cambio de obtener la tan ansiada privacidad que
echa en falta desde que saltó a la fama en el canal infantil Disney.
"El derecho que hoy en día tiene la sociedad
sobre la vida de los artistas es absolutamente PATÉTICO. No hago esto
por dinero. De hecho, devolvería todo mi dinero si así pudiese comprar
mi privacidad", escribió la artista en la red social.
Mientras sus seguidores se preguntan qué hecho ha
motivado el enfado de su artista favorita, Demi continúa con su
particular periodo de duelo por el fallecimiento de su padre Patrick
Lovato el mes de junio pasado, a pesar de las especulaciones que han
surgido en torno a la difícil relación que mantenían y que la propia
cantante confirmó, al asegurar al periódico New York Daily News que
había cortado "todo tipo de trato" con él porque le hacía daño.
La artista no ha dudado en unirse a la organización
benéfica Cast Recovery, encargada de ayudar a personas con enfermedades
mentales, tratando así de proseguir con la ardua batalla que su padre
--al que le dedicó la canción "For the love of a daughter" en la que
hacía alusión a su adicción al alcohol-- comenzó contra estas dolencias
que él mismo padecía.