La pregunta ya se la formulan muchos: ¿qué pasará con Glee tras la muerte de Cory Monteith, uno de sus actores principales? La edición de hoy del programa estadounidense Today
intentó explicarlo consultando a algunas de las personas más cercanas a
la historia, pero la respuesta todavía es difícil de dar.
“Todavía es muy pronto para responder cómo afectará la muerte de
Cory Monteith al show”, dijo Alicia Quarles, de la cadena “E!”, al
mencionado programa, donde recordó que apenas hace unas semanas se había
empezado a trabajar en la producción de la quinta temporada.
“Las fotos oficiales se hicieron a inicios de este mes, pero el
rodaje comenzaba este 29 de julio”, añadió la periodista, que se encargó
del seguimiento de la serie desde sus inicios.
UNA HISTORIA INCONCLUSA
La cuarta entrega de la serie, estrenada el 13 de septiembre del 2012, concluyó recientemente: el 9 de mayo de este año. En abril, la cadena Fox no solo se había asegurado de confirmar la quinta temporada, sino también una sexta con sus estrellas (incluido Monteith) confirmados para ellas.
La cuarta entrega de la serie, estrenada el 13 de septiembre del 2012, concluyó recientemente: el 9 de mayo de este año. En abril, la cadena Fox no solo se había asegurado de confirmar la quinta temporada, sino también una sexta con sus estrellas (incluido Monteith) confirmados para ellas.
La historia de Finn Hudson, personaje de Monteith, y Rachel Berry (Lea Michele)
se encontraba en uno de los momentos de mayor expectativa: ambos habían
pospuesto su matrimonio, luego roto sentimentalmente para dejar
entrever una reconciliación y reposición de la fecha de su boda para
esta entrega.
El propio Adam Shankman, quien dirigió varios episodios de la serie,
reconoció hoy en entrevista con la CNN que sería difícil llenar el
lugar dejado por el actor.
Shankman describió Monteith como el pegamento de la serie. “Siempre
era cálido, ya sea con un director invitado o un nuevo miembro del
equipo”, dijo Shankman, quien había hablado con Monteith la mañana del
día en que murió.
“Hablé mucho con él ayer. Él dijo que estaba de maravillas. Hasta me
dijo: “Me siento fantástico”. Estoy como todo el mundo, muy devastado y
confundido con lo que ha pasado”, sentenció Shankman.