Cory Monteith: el chico vulnerable que batalló con las drogas y el precio de la fama

Cory Monteith se sentía un sobreviviente de la vida, por lo que no temía reconocer que, desde que era un adolescente, había tomado decisiones que lo desviaron de su camino. Así lo dijo en una entrevista que fue publicada en el 2011 en la revista Parade, en la que también afirmó que, a pesar de haberse perdido, encontró en la música y en la actuación el camino para reencontrarse.
"Viví una montaña rusa cuando abandoné la preparatoria a los 16 años y mi vida se salió de control. Soy afortunado de estar vivo. Me metía todo lo que encontraba y en la cantidad que fuera, tuve un problema serio", declaró en aquel momento.
El actor que le daba vida a Finn Hudson en la serie musical Glee batalló con su adicción a los estupefacientes desde que era un adolescente; de hecho, se internaba en clínicas desde los 19 años. Para quienes lo rodeaban, Monteith hizo todo lo que estuvo a su alcance para alejarse de las drogas, por lo que su más reciente ingreso a un centro de rehabilitación, en abril, significó para muchos una nueva oportunidad para que él pudiera lograrlo.

Sin embargo, a tan solo dos meses de haber cumplido con su tratamiento, el músico de 31 años fue hallado muerto en la habitación de un hotel en Vancouver (oeste de Canadá). Aunque se desconocen las causas de su muerte, pues la autopsia se realizará este lunes 15 de julio, los representantes Monteith no descartan que haya sido por una sobredosis.
"Estamos muy tristes al confirmar que los reportes sobre la muerte de Cory Monteith son correctos. Estamos en shock y devastados por esta trágica pérdida", expresó uno de ellos al programa E! News.
Para sus miles de seguidores, Monteith será recordado por su personaje del entrañable Finn, un deportista que decidió combinar su faceta de atleta con el canto y el baile, y con el que debutó en las pantallas de Fox en el año 2009. Para aquel entonces, el actor aseguraba que lo que tenía común con el chico que intepretaba era la vulnerabilidad, algo que él percibía como una gran virtud.
Este rol hizo que en el 2011 recibiera un premio Teen Choice como mejor actor de comedia. En ese momento, Cory afirmó que se sentía muy agradecido con el cariño que le expresaba el público, pero que estaba interesado en experimentar con otros tipos de personajes. Una muestra de ello es que meses después aceptó el papel de Owen Andrews en la película Monte Carlo, en la que compartió créditos con artistas como Selena Gomez y Katie Cassidy.
"No quiero que los niños piensen que está bien el dejar la escuela y drogarse, para luego ser actores famosos"
Cory es recordado por su participación en películas como Destino final 3 y Sisters & Brothers. Si algo destacaban de él los productores y directores con los que se relacionaba, era su disposición de interpretar cualquier personaje, por más pequeña que fuera su participación. No resultaba extraño verlo como un particular vaquero en Smalville, un surfista en la serie Killer Instinct o como el joven Mitchell en Stargate SG-1.
Más allá de su corta y fructífera carrera, Cory Monteith será recordado como ese hombre que disfrutaba asistir a los encuentros de fanáticos de la serie Glee, que no veía la fama como un estilo de vida y que no le parecía necesaria para ser feliz, y que era capaz de brindar ayuda aunque fuera él quien más realmente la necesitaba.
"No quiero que los niños piensen que está bien el dejar la escuela y drogarse, para luego ser actores famosos. Lo importante es que todas las personas den el máximo de su capacidad y vayan tras su sueños, como lo hice yo. Lo importante es poder levantarse de las caídas", aseguró Cory Monteith en una de sus últimas entrevistas a la revista People.


 
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