A algunas de ellas las podemos recordar en sus papeles de Disney o como
cantantes adolescentes de carrera prometedora, pero los escándalos se
han adueñado de su fama al grado que ahora son más reconocidas por su
vida personal que por su trabajo al tomar el rumbo equivocado.
Escuchamos varios nombres ligados al escándalo pero últimamente Amanda
Bynes se ha llevado las miradas por su consumo de alcohol, drogas,
problemas alimenticios y gusto por las cirugías. Además, fue arrestada y
mostró conductas violentas, como intentar tomar un celular.
Según estudios psicológicos, en este comportamiento
intervienen tanto su familia como el ámbito al que pertenecen:
“Hay que tomar en cuenta que el medio del espectáculo ya no vende teatro
o cine sino vida privada y escándalos. Todo ello, aunado a una
personalidad vulnerable, dan como resultado chicas como Lohan.”
Días atrás, Bynes llegó a su audiencia en la corte (se argumenta que
tiró mariguana por la ventana desde su apartamento) con una llamativa
peluca color verde azulado, aunque afirmara anteriormente que es
alérgica a las drogas y es una ciudadana modelo. La actriz de Hairspray
ha causado polémica en las redes sociales por subir fotos semidesnuda y
llamar feos a personajes como Zac Efron, Miley Cyrus (intentó seducir a
su novio Liam Hemsworth), Courtney Love y hasta el presidente y la
primera dama de Estados Unidos: Barack y Michelle Obama.
Incluso, la chica de 27 años escribió en Twitter que Chris Brown había golpeado a Rihanna por no ser lo suficientemente bonita.
Pero actualmente el modelo de “chica sin control” es Lindsay Lohan,
caracterizada por sus adicciones y rehabilitaciones. En su vida no han
faltado disputas con sus padres (su papá declaró que su madre la
prostituye y que Lindsay tuvo su primera sobredosis a los 18 años).
La sicóloga de la UNAM explica: “La imagen es importante pero nunca
podrán proyectar por siempre algo que no son como en este caso niñas con
papeles buenos. La rebeldía es natural y muchas de estas chicas no
tuvieron infancia, fueron pequeños adultos trabajando y quizá sus padres
no fungieron como tal sino como mánagers o como dueños de ellas, nunca
como figuras de amor, límites y confianza”.
Múltiples ocasiones en cárcel y prisión domiciliaria es lo que le han
costado a Lohan sus choques, posesión de cocaína, mentiras a la policía,
deudas de impuestos y agresiones a empleadas de hospital. Se ha visto
inmiscuida en robos de un abrigo de 11 mil dólares o joyas durante una
sesión fotográfica. Su tormentosa relación con la DJ Samantha Ronson y
posar desnuda contribuyeron a convertirla en una “chica mala” de
Hollywood.
Antes que ella, sólo Paris Hilton la igualaba en polémicas: después de
protagonizar un video sexual, Hilton no dejaba las primeras planas.
Además de la divulgación en Internet de su agenda de con números
telefónicos de celebridades, tener una orden de restricción o haber
orinado en un taxi se le conoce por las fiestas, bailes sugerentes y mal
comportamiento.