"Pronto, cuando empecé los primeros demos, dije 'no tengo ganas de meter
los cavaquinhos, cuatros, ukeleles, vientos y todo eso que venía
usando'. Sentía que eso ya lo había explorado bastante en los últimos
discos", cuenta Julieta Venegas, recordando los minutos en que su álbum
Los Momentos recién empezaba a ser concebido.
Pero ahora ese trabajo ya está en el ruedo, y la mexicana incluso se alista para presentarlo en Chile este fin de semana, cuando el domingo 9 suba nuevamente al escenario del Teatro Caupolicán.
Hasta allí llegará sin esos cavaquinhos, cuatros, ukeleles y vientos que menciona, para instalar en su reemplazo sintetizadores, cajas de ritmos y otros instrumentos con poco y nada de acústicos, que le permitirán recrear el sonido de su nueva placa e impregnarlo en sus éxitos de siempre.
"Definitivamente. La banda cambió, ya no traemos los instrumentos acústicos, los vientos, las cuerditas. Hemos adaptado las canciones antiguas al sonido nuevo, pero sin hacer remixes, sino versionándolas con la formación que tenemos ahora", ahonda al respecto en conversación con Emol.
A juicio de Venegas, ese quiebre relativo que Los Momentos establece con discos como Sí (2003), Limón y sal (2006) y Otra cosa (2010) no sólo estaría dado por el sonido, sino también por las temáticas abordadas. "Me di cuenta de que los sentimientos que andaban dando vueltas en las canciones no eran tan alegres, sino más reflexivos, de pérdida, de soledad. No tenía ganas de hacer el camino fácil, tenía ganas de contar cosas que a lo mejor eran más difíciles. No quería escribir historias de amor feliz, de te conocí y me enamoré", cuenta.
Dentro de esas temáticas, está la violencia que impera en algunas zonas de México y que aborda en el tema "Vuelve", donde una vez más colabora Ana Tijoux y en el que pide al interlocutor que vuelva "a mi ciudad, no te dejes engañar por el miedo".
"Más que nada, fue sentir dolor por mi país, por lo que está pasando y por cómo ha cambiado la cara. Mi manera de sobrellevarlo es expresarlo, conectar y dar algún tipo de salida en las canciones. En el caso de 'Vuelve', es que no hay que dejar que el miedo defina nuestras acciones", explica.
Pero Ana Tijoux no es esta vez la única chilena en el disco, ya que además de ella y del mexicano Rubén Albarrán (Café Tacuba), la lista de invitados la completan Gepe y Javiera Mena, quienes se hicieron cargo de la misma "Vuelve", en el DVD que completa la edición.
Sin embargo, asegura que no hay una fijación especial con los autores de nuestro país, y que esta verdadera sobredosis de chilenos fue prácticamente accidental. "Lo de Ana sí, en cuanto hice la canción inmediatamente pensé en ella, pensé que era alguien que podía traerle otra voz a la historia".
Lo de Mena y Gepe, en cambio, surgió porque "cuando estábamos haciendo el DVD quería mantener el trío, pero Ana ya se había ido de México, Rubén andaba por su cuenta, y justo en esos días ellos estaban ahí. Fue una coincidencia del cosmos, que se puso a mi favor, y estuvo genial".
Y aunque su visita de este fin de semana abría una oportunidad única para armar una verdadera cumbre con esos tres nombres, tendrá que quedar para otra ocasión. "Ya sé que ni Ana ni Javiera van a estar en Santiago", se lamenta la mexicana. Para otra vez será.
Pero ahora ese trabajo ya está en el ruedo, y la mexicana incluso se alista para presentarlo en Chile este fin de semana, cuando el domingo 9 suba nuevamente al escenario del Teatro Caupolicán.
Hasta allí llegará sin esos cavaquinhos, cuatros, ukeleles y vientos que menciona, para instalar en su reemplazo sintetizadores, cajas de ritmos y otros instrumentos con poco y nada de acústicos, que le permitirán recrear el sonido de su nueva placa e impregnarlo en sus éxitos de siempre.
"Definitivamente. La banda cambió, ya no traemos los instrumentos acústicos, los vientos, las cuerditas. Hemos adaptado las canciones antiguas al sonido nuevo, pero sin hacer remixes, sino versionándolas con la formación que tenemos ahora", ahonda al respecto en conversación con Emol.
A juicio de Venegas, ese quiebre relativo que Los Momentos establece con discos como Sí (2003), Limón y sal (2006) y Otra cosa (2010) no sólo estaría dado por el sonido, sino también por las temáticas abordadas. "Me di cuenta de que los sentimientos que andaban dando vueltas en las canciones no eran tan alegres, sino más reflexivos, de pérdida, de soledad. No tenía ganas de hacer el camino fácil, tenía ganas de contar cosas que a lo mejor eran más difíciles. No quería escribir historias de amor feliz, de te conocí y me enamoré", cuenta.
Dentro de esas temáticas, está la violencia que impera en algunas zonas de México y que aborda en el tema "Vuelve", donde una vez más colabora Ana Tijoux y en el que pide al interlocutor que vuelva "a mi ciudad, no te dejes engañar por el miedo".
"Más que nada, fue sentir dolor por mi país, por lo que está pasando y por cómo ha cambiado la cara. Mi manera de sobrellevarlo es expresarlo, conectar y dar algún tipo de salida en las canciones. En el caso de 'Vuelve', es que no hay que dejar que el miedo defina nuestras acciones", explica.
Pero Ana Tijoux no es esta vez la única chilena en el disco, ya que además de ella y del mexicano Rubén Albarrán (Café Tacuba), la lista de invitados la completan Gepe y Javiera Mena, quienes se hicieron cargo de la misma "Vuelve", en el DVD que completa la edición.
Sin embargo, asegura que no hay una fijación especial con los autores de nuestro país, y que esta verdadera sobredosis de chilenos fue prácticamente accidental. "Lo de Ana sí, en cuanto hice la canción inmediatamente pensé en ella, pensé que era alguien que podía traerle otra voz a la historia".
Lo de Mena y Gepe, en cambio, surgió porque "cuando estábamos haciendo el DVD quería mantener el trío, pero Ana ya se había ido de México, Rubén andaba por su cuenta, y justo en esos días ellos estaban ahí. Fue una coincidencia del cosmos, que se puso a mi favor, y estuvo genial".
Y aunque su visita de este fin de semana abría una oportunidad única para armar una verdadera cumbre con esos tres nombres, tendrá que quedar para otra ocasión. "Ya sé que ni Ana ni Javiera van a estar en Santiago", se lamenta la mexicana. Para otra vez será.