El cómico canadiense Jim Carrey ha
sorprendido con unas declaraciones en su propio Twitter en las que
critica la violencia de su próxima película, “Kick-Ass 2”, un rodaje que
tuvo lugar un mes antes del tiroteo de Newtown, que dejó 26 muertos, de
los que 20 eran niños.
El popular actor, que en los
últimos meses ha incrementado su campaña sobre el control de armas en
Estados Unidos, escribió en la red social: “Hice 'Kick-Ass 2' un mes
antes de lo ocurrido en (la escuela) Sandy Hook y ahora mi conciencia me
dice que no puedo apoyar ese nivel de violencia”.
“Mis disculpas a todos los demás
involucrados en la película. No me avergüenzo de ella, pero los
recientes sucesos han causado un cambio en mi corazón”, añadió.
Las declaraciones de Carrey
encontraron respuesta rápidamente en Mark Millar, escritor del cómic en
el que se basa el filme y uno de sus productores ejecutivos, desde su
propio blog.
“Estoy desconcertado por este
repentino anuncio ya que no hay nada en la película que no estuviera en
el guión 18 meses atrás”, sostuvo Millar. “Sí, la cantidad de muertos es
muy alta, pero una película llamada 'Kick-Ass 2' realmente tiene que
contener lo que dice la etiqueta”, declaró.
Asimismo, recalcó que una segunda
parte que gira alrededor de la protagonista del filme original, Hit
Girl, una niña que se convierte en el azote de los delincuentes,
“siempre iba a tener un poco de sangre en el suelo”.
“Esto no debería ser sorprendente
para un tipo que disfrutó tanto con la primera parte”, indicó Millar,
quien sostuvo que siente la misma repulsión que Carrey hacia la
violencia real, pero, no obstante, matizó que “Kick-Ass 2” “no es un
documental”.
El filme
“Kick-Ass 2”, dirigida por Jeff
Wadlow, está protagonizada por Aaron Johnson-Taylor y Chloë Grace
Moretz, que dan vida a dos superhéroes tan jóvenes y terrenales como
malhablados y cómicos.
Carrey da vida en la cinta a un
exmafioso reconvertido en coronel enmascarado con el que los
protagonistas trabajan para hacer frente a la amenaza del villano de
turno. La cinta llegará a las salas en agosto.
El 14 de diciembre de 2012
fallecieron 26 personas en la escuela Sandy Hook, de Newtown
(Connecticut), reiniciando el debate en EE.UU. sobre las leyes
existentes acerca del control de armas.