Emma Watson admite que
estuvo a punto de abandonar el mundo de la interpretación tras el último
rodaje de la popular saga fantástica, una decisión motivada por la
agobiante presión mediática que la asedió durante los 10 años en que interpretó a la joven hechizera Hermione Granger, así también como el frenético ritmo de trabajo que la acompañaba en cada una de las siete entregas de la costosa producción.
Aunque reconoce que se siente afortunada por haberse dado a conocer ante el gran público gracias a Harry Potter, la intérprete está deseando pasar a otra página y seguir exhibiendo ante el mundo su versatilidad artística.
Antes de sincerarse sobre la profunda crisis existencial que experimentó en relación a su profesión, Emma explicó en la revista Total Film:
“Es
una situación bastante peculiar la que yo estoy viviendo con mi pasado
como Hermione Granger, porque tengo la impresión de que esa etapa tuvo
lugar hace miles de años mientras que, de la misma forma, estoy
convencida de que la gente sigue viendo las películas en su casa y
asociándome directamente al personaje. Fue una época muy enriquecedora
para mí, no lo pongo en duda, ya que me dio la oportunidad de
convertirme en lo que soy ahora, aunque tengo que admitir que también
pasé por momentos muy duros que me hicieron dudar de mi vocación.
Comencé a actuar desde muy pequeña y pronto tuve que enfrentarme a una
proyección pública que me costó mucho asimilar. Después de rodar la
última cinta, me tomé dos años sabáticos para replantear mi vida.