Aunque el cuñado de Elsa Pataky disfruta de una sólida carrera
profesional en Hollywood y está sumido en numerosos proyectos
cinematográficos, el actor australiano todavía no ha asimilado por
completo su afortunada posición en la industria del espectáculo, y
prefiere tomarse con calma el éxito y la fama que le acompañan
diariamente para así mantener los pies en el suelo.
"Reconozco que
me siento muy agradecido por todas las oportunidades que estoy teniendo
en este mundo, y me considero muy afortunado por poder triunfar en mi
profesión. Pero también es cierto que no me he acostumbrado todavía a la
popularidad que conlleva el mundo del cine, y trato de no darle
demasiada importancia. Quiero vivir el día a día y no pensar demasiado
en qué me deparará el futuro. Asumo los éxitos profesionales con
humildad", aseguró el prometido de Miley Cyrus a la revista Us Weekly.
La
modestia que caracteriza al atractivo intérprete también se extiende a
su condición de objeto de deseo femenino, ya que Liam no acaba de
entender por qué levanta tantas pasiones en la legión de adolescentes
que abarrota las salas de cine para admirar su tonificado físico. Aunque
no duda en reconocer que siempre se ha preocupado por cultivar su
musculatura y por hacer deporte regularmente, el artista rechaza
considerarse a sí mismo como un "rompecorazones".
"Nací y me crié
en Australia, por lo que es normal que siempre haya sentido pasión por
deportes como el surf y el rugby. Me ha gustado hacer ejercicio desde
pequeño y quiero mantenerme activo y en forma a través de la actividad
física. Pero eso no significa que me preocupe en exceso por mi
apariencia. No soy ningún rompecorazones o un galán del cine. De hecho,
todavía me pellizco a mí mismo para ver si despierto de este sueño en el
que estoy metido", bromeó.