La cantante británica Adele cumple
25 años en un momento inmejorable de su exitosa carrera y entre las
expectativas de que sacará al mercado un tercer álbum a mediados de
2014, que podría incluir una colaboración con Robbie Williams.
Adele Laurie Blue Adkins nació en
el barrio londinense de Tottenham Hale, una zona deprimida de la
capital, el 5 de mayo de 1988, en un entorno diametralmente alejado de
los escenarios y las bambalinas.
Con un talento natural para la
música (es la autora de sus pegadizas letras) su álbum debut, “19”,
publicado el 28 de enero de 2008, pasó a ser su billete hacia el
estrellato mundial para la cantautora de “soul”, “blues” y pop.
Ese primer disco vendió unas siete
millones de copias en todo el globo y se colocó en el número 1 de las
listas de éxitos en el Reino Unido. Además, le reportó el premio a la
mejor artista revelación en la ceremonia de los Grammy de 2009 y le
sirvió de anticipo para el vendaval de triunfos musicales que se le
avecinaba.
Con temas como “Chasing Pavements” o
“Cold Shoulder”, el potente vozarrón de Adele se fue abriendo hueco
hasta ganarse a la crítica, que se rindió a los magnéticos temas de esta
recién llegada, a la que se comparó con cantantes de la talla de Aretha
Franklin.
Directo a la cima
Seguiría “21” (2011), al parecer
inspirado en una relación rota con un exnovio cuya identidad jamás ha
revelado, que no hizo sino corroborar los registros vocales
sobresalientes de la cantante.
Ese trabajo no tardó en convertirse
en todo un imán de reconocimientos. Vendió la friolera de 3,7 millones
de copias en el Reino Unido, colocándose como el álbum de mayor venta
del siglo en este país, y superó los 10 millones de copias en Estados
Unidos.
Su meteórica carrera impresiona. A
sus 25 primaveras, la artista es ya mamá de un bebé que nació en octubre
de 2012, fruto de su relación con su pareja Simon Konecki.
Precoz también en lo profesional, a
su corta edad atesora nueve Premios Grammy, cuatro Brit Awards, cuatro
American Music Awards, un Globo de Oro y un Óscar por su tema “Skyfall”,
compuesto para la última entrega de James Bond, entre otra multitud de
reconocimientos.
Con “Skyfall”, escrita a medias con el productor Paul Epworth, vendió 261 mil copias en EE.UU. en los primeros tres días.
Fiel a si misma
Pese a que su popularidad ha
llegado a ser abrumadora, la británica no parece haber perdido un ápice
de su frescura y naturalidad y tampoco ha sucumbido a la tiranía de la
delgadez extrema que obsesiona a las estrellas de la música.
Adele se mantiene fiel a un “look”
bastante conservador, que recuerda a la década de los 50 y que no ha
tardado en ser imitado por sus seguidores, mientras sus kilos de más,
criticados en varias ocasiones por la cómica norteamericana Joan Rivers,
le añaden encanto.
Su éxito arrollador tan solo se ha
visto entorpecido por algún tropezón de salud, cuando tuvo que someterse
en 2011 a una delicada operación de cuerdas vocales en EE.UU. por una
hemorragia en las cuerdas vocales, que la obligó a suspender multitud de
conciertos.
Su legión de incondicionales
aguarda ya el próximo trabajo de la artista, influida musicalmente por
cantantes como Ella Fitzgerald o Mariah Carey, y se especula con que el
lanzamiento del que sería su tercer disco podría producirse a mediados
del próximo año.
Rumores
Algunos tabloides británicos han
anticipado que Adele ya ha iniciado las sesiones de grabación y, citando
a fuentes cercanas a la artista, señalan que tiene ya cuatro canciones
compuestas.
En esta ocasión, estaría trabajando
con los productores y cantautores James Ford y Kid Harpoon, dos de los
mejores de este país, que también han colaborado para los Artic Monkeys
en “Humbug” y Florence and The Machine en sus trabajos “Lungs” y
“Ceremonials”.
Y aunque Adele siempre ha
manifestado que es reacia a grabar con otros músicos, su tercer álbum
podría incluir una colaboración con el también británico Robbie
Williams, según se ha publicado.
La artífice de envolventes temas
como “Someone Like You” o “Rolling In The Deep” planea ultimar su nuevo
álbum en Los Ángeles y, con él, regresar a sus raíces, con toques de
“jazz” y algún tema clásico.