No lo había anunciado a sus fans, pero es difícil que su presencia pase desapercibida allá por donde va. Madonna
ha hecho un inesperado viaje a uno de los países que sin duda forman
parte de su vida. La diva del pop se ha trasladado a Malawi, de donde son oriundos sus dos hijos adoptivos, David y Mercy, para visitar algunos de los proyectos humanitarios
que puso allí en marcha. Hace dos años que no viajaba al país africano,
cuna de sus hijos pequeños que estarán durante unos días más cerca de
sus raíces y sus tradiciones.
Hemos venido a visitar las 10 escuelas que se acabaron de construir con
la organización llamada BuildOn. Escuelas que están abiertas y
funcionando, y que prestan servicio a 3.800 estudiantes” tal y como
informó su portavoz para causas filantrópicas Trevor Nielson.
Inicialmente la artista había planeado erigir una academia para niñas,
pero el proyecto fue abandonado para construir colegios y dar cabida así
a más escolares. La estrella visitó, entre otros lugares, el orfanato
de Lilongwe donde vivían los dos pequeños antes de que ella les
adoptara. Tanto allí como en una de las escuelas, la acompañaron sus cuatro hijos, Lourdes, Rocco, David y Mercy que se sentaron junto al resto de los niños y asistieron a una de las clases.
Quizá aproveche esta estancia para reunir a sus hijos sus padres
biológicos, que continúan viviendo allí, aunque como ocurrió en las
anteriores ocasiones, serían encuentros privados. Madonna adoptó a David
en 2006 y tres años después hizo lo mismo con Mercy, en 2009. Esta
segunda adopción trajo consigo una gran controversia al ser rechazada en
un primer momento por un tribunal de Malawi, una negativa contra la que
apeló, ganando finalmente el caso. Desde un primer momento, la intérprete de temas como Like a virgin
aseguró que su intención era que sus hijos conocieran sus raíces y el
país que les vio nacer, motivo por el que quiere viajar allí con ellos
cada dos o tres años (su anterior visita fue en 2010).