Lindsay Lohan aún no ingresa a un centro de rehabilitación para realizar un tratamiento de 90 días y ya se vislumbran algunos problemas para la actriz de 26 años.
De acuerdo con la página TMZ, Lohan insiste en que no dejará de tomar el medicamento Adderall, que ha consumido durante años.
Aunque se prevé su ingreso a principios de mayo a un centro en Nueva
York, en el que deberá pasar 90 días encerrada, Lohan podría recluirse
en otro lugar donde sí le permitan tomar el medicamento empleado para la
hiperactividad y el déficit de atención.
En el centro Seafield, al que planea ingresar, se permite el uso de
algunas sustancias de prescripción médica, pero no de Adderall pues
algunas personas lo usan más bien para perder peso o drogarse. Entonces,
se les suministran algunos sustitutos.
Sin embargo, Lindsay está diciendo a amigos que rechaza la idea de tomar
un sustituto del Adderall, pues lo ha intentado y sólo esa sustancia le
ayuda a relajarla.
El actor Charlie Sheen, quien ha tratado de ayudarla,
declaró que no cree en la rehabilitación y le aconsejó a Lohan llevarse
un libro para entretenerse.
El fin de semana Lohan fue vista con su hermano en el Festival de Coachella.