Hace 19 años, el 5 de abril de 1994, el irreverente cantante de grunge,
Kurt Cobain, vocalista y líder de la mítica banda Nirvana, falleció en
circunstancias confusas, aunque en la versión oficial se afirmó que se
trató de un suicidio.
El músico se disparó en la boca con una escopeta. Su cuerpo fue hallado tres días después en su casa en Seattle.
En el lugar se encontró una carta escrita a su esposa, Courtney Love, peluches y varios cassettes.
“La autopsia ha revelado que Cobain murió de una herida de escopeta en la cabeza; de momento todo indica que se trata de una lesión autoinfligida”, se plasmó en el acta forense realizada por las autoridades de la localidad estadounidense.
En esa inspección se determinó que Cobain llevaba suficiente heroína en su sangre como para morir de una sobredosis. La bala hizo el trabajo primero.
Kurt tenía 27 años. Alguna vez dijo que “la juventud duraba hasta los 27, a partir de ese momento junto a la juventud se va la vida también”.
Ocho meses antes del suceso, Nirvana publicó el disco “In Utero”, que tentativamente tenía el nombre “I Hate Myself And I Want To Die” (Me odio a mí mismo y me quiero morir). Cobain había escrito la frase en su diario un año antes. Finalmente sus compañeros de banda lo convencieron de escoger otro nombre porque se trataba de una broma que se podía malinterpretar.
Kurt parecía haber dicho desde ese momento cuál sería su futuro.
Su desaparición física ha sido una de las discutidas en la historia del rock moderno. Un evento lleno de incoherencias y dudas que a fin de cuentas, se llevó a la voz de una generación deprimida, valiente y soñadora.
El músico se disparó en la boca con una escopeta. Su cuerpo fue hallado tres días después en su casa en Seattle.
En el lugar se encontró una carta escrita a su esposa, Courtney Love, peluches y varios cassettes.
“La autopsia ha revelado que Cobain murió de una herida de escopeta en la cabeza; de momento todo indica que se trata de una lesión autoinfligida”, se plasmó en el acta forense realizada por las autoridades de la localidad estadounidense.
En esa inspección se determinó que Cobain llevaba suficiente heroína en su sangre como para morir de una sobredosis. La bala hizo el trabajo primero.
Kurt tenía 27 años. Alguna vez dijo que “la juventud duraba hasta los 27, a partir de ese momento junto a la juventud se va la vida también”.
Ocho meses antes del suceso, Nirvana publicó el disco “In Utero”, que tentativamente tenía el nombre “I Hate Myself And I Want To Die” (Me odio a mí mismo y me quiero morir). Cobain había escrito la frase en su diario un año antes. Finalmente sus compañeros de banda lo convencieron de escoger otro nombre porque se trataba de una broma que se podía malinterpretar.
Kurt parecía haber dicho desde ese momento cuál sería su futuro.
Su desaparición física ha sido una de las discutidas en la historia del rock moderno. Un evento lleno de incoherencias y dudas que a fin de cuentas, se llevó a la voz de una generación deprimida, valiente y soñadora.