Según informa Glamour.co.uk, The Greenwich Council ha penalizado al cantante con 10.000
libras por cada minuto de duración del concierto que se encontrase
fuera del límite horario impuesto para las actuaciones en vivo.
Una fuente presente en el evento ha asegurado que ese límite
terminaría a las 11 y que, como el concierto acabó a las 11.30, la
penalización ha tenido en cuenta los 30 minutos de más que duró la
actuación.
Bieber, que cumplió 19 años el fin de semana, no solo no disfrutó de la fiesta que organizó para celebrarlo, sino que recibió abucheos por comenzar a las 10.20 un concierto que debería haber empezado a las 8.30. Tras hacer perder casi dos horas a los seguidores que esperaron impacientes su salida a escena, Justin se disculpó vía Twitter alegando un fallo técnico como motivo del retraso.
La cuantiosa multa que deberá abonar la estrella ha servido al menos
para que su segundo concierto en la capital británica comenzase con dos
minutos de antelación.