El estudio Warner Bros. se ha hecho con los derechos sobre un
proyecto que dirigirá el cineasta Jay Roach sobre el ascenso, caída y
posterior confesión del exciclista estadounidense Lance Armstrong, una
temática que ya perfila la compañía Paramount Pictures para otra
película al respecto.
Warner Bros. ha puesto su firma a un proyecto desarrollado por los
productores de Atlas Entertainment Charles Roven y Alex Gartner que
contará con un guión de Scott Z. Burns (“Side Effects”), según publica
hoy el blog especializado Deadline.
La cinta la dirigirá Roach, más conocido por comedias como “Austin
Powers” (1997) y “Meet the parents” (2000), aunque se llevó el Emmy por
los filmes para televisión “Recount” (2008) y “Game Change” (2012),
ambos de temática política.
En el acuerdo alcanzado se incluye los derechos de vida de Tyler Hamilton, el compañero de equipo de Armstrong en el US Postal.
El estudio trata actualmente de adquirir derechos confidenciales
sobre otros individuos claves en la confesión de Armstrong, donde
desarrolló los recovecos de uno de los mayores escándalos de dopaje en
la historia del deporte.
En enero se informó que Paramount y la productora del cineasta J.J.
Abrams (“Lost”, “Star Trek”), Bad Robot, se habían propuesto llevar al
cine la controvertida carrera de Armstrong.
Ambas compañías se hicieron con los derechos para adaptar a la gran
pantalla el libro “Cycle of Lies: The Fall of Lance Armstrong”, de la
periodista deportiva del diario The New York Times Juliet Macur, quien
siguió de cerca la vida del deportista desde su rehabilitación del
cáncer hasta su declive, pasando por sus siete triunfos en el Tour de
Francia.
La obra de Macur verá la luz en junio en Estados Unidos de la mano de
la editorial HarperCollins, que el pasado mes de noviembre se aseguró
el proyecto tras acordar con la autora un pago por adelantado estimado
en más de 100.000 dólares.
Tras muchas acusaciones, Armstrong terminó por admitir en el programa
de televisión de la popular presentadora estadounidense Oprah Winfrey
que consumió sustancias dopantes para mejorar su rendimiento sobre la
bicicleta y lograr el inédito récord de siete victorias consecutivas en
la carrera ciclista gala.
Como consecuencia, el que fuera considerado el mejor ciclista de
todos los tiempos fue desposeído de sus triunfos en el Tour, así como de
la medalla de bronce que ganó en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.