La actriz cree que es de gran ayuda hablar de sus problemas con alguien imparcial.
Lo hace desde muy joven, cuando recurría a tratamiento para superar los
traumas surgidos por ser testigo del comportamiento dañino de su padre
Jerome. Hoy, Halle Berry recurre a su terapeuta para que la ayude cada
vez que se siente estresada o tiene problemas personales.
"Voy
a terapia solo cuando lo necesito y así lo hago desde los 10 años. Mi
padre era alcohólico, y de los agresivos, y mi madre comprendió lo
importante que era proporcionarme a alguien imparcial con el que hablar.
Así que lo he hecho cada vez que pasaba por un momento complicado en mi
vida. Realmente me ayuda mucho para lidiar con mis problemas", explicó
la guapa intérprete.
Sin embargo, la actriz de 46 años -actualmente casada con Olivier Martinez- intenta mantener sus problemas lejos de sus allegados y tampoco querría contárselos a otra persona.
A
pesar de no compartirlos con sus familiares, la actriz ha tenido
bastantes problemas relacionados con la custodia de su hija Nahla, una
amarga batalla con su expareja Gabriel Aubry que culminó con la pelea
entre este y su actual pareja.
"Intento
por todos los medios que mis problemas no afecten a las personas que
tengo alrededor y para ello, trato de disimular las cosas malas que me
suceden o guardármelas para mí misma. Ya sabes, mantener la
cabeza bien alta, hacerse la valiente y seguir adelante. Normalmente,
cuando tengo algún problema, me desenvuelvo tan bien que la mayoría de
la gente ni siquiera se da cuenta de que existía", explicó la estrella a
la revista HELLO!