La segunda gran misión de G. I. Joe
en la pantalla grande estaba a punto de comenzar el año pasado cuando
Paramount ordenó la retirada a último momento, retrasando el estreno de
G.I. Joe: Retaliation (G.I. Joe: El contraataque) nueve meses para
convertirla en una cinta 3D. La medida se decidió semanas después de que
otra película basada en un juguete de Hasbro, Battleship, fuera
aniquilada en taquilla.
El público ya sabrá si valió la pena la espera cuando vea G.I. Joe:
Retaliation , que se estrenó el jueves en Estados Unidos, México,
Argentina y Chile. En España se estrenó el miércoles.
Aunque el director Jon M. Chu siempre quiso hacer la película en 3D,
enterarse del retraso un mes antes de que la película se estrenara fue
devastador.
"Es como correr un maratón y llegar a la recta final, estás exhausto y
estás justo sobre la línea de la meta... de pronto alguien se tropieza
contigo y dice '¡Ah! esa no es la meta. Era sólo una ilusión, necesitas
el doble de tiempo'", dijo en una entrevista reciente. "Eso nos hace
doler el cuerpo, literalmente".
Último minuto
No es raro que los estrenos de las cintas pasen de una fecha a otra
antes de lograrse, a medida que las fechas de producción y los estrenos
de la competencia se arreglan. Pero los cambios de último minuto son
raros. El estudio incluso había comenzado la publicidad de G.I. Joe
cuando dijo que se retrasaría por el 3D a finales de mayo pasado.
En ese entonces algunos se preguntaron si además de agregarle
dimensión, se trataba de poner más escenas del astro en ascenso Channing
Tatum, quien actuó en G.I. Joe: Rise of Cobra, de 2009, pero no tuvo
mucho tiempo en pantalla en la segunda cinta.
A pesar de esto los miembros de la producción insisten que no
grabaron nada nuevo para G.I. Joe: Retaliation, para evitar que los
actores cambiaran sus agendas, salvo por las semanas de promoción. En
vez de eso, Chu y su equipo pasaron el tiempo convirtiendo la película a
la tercera dimensión y esperan que los admiradores estén tan encantados
por los efectos que les perdonen la espera de nueve meses.
"Tuvimos que entrar cuadro por cuadro, y convertirlo en 3D fue un
trabajo largo y laborioso", dijo Chu. "Pero creo que al final de cuentas
ayuda a nuestra película".
Historial
El director Jon M. Chu tiene dos películas en 3D entre sus créditos
(Step Up 3D y el documental de 2011 Justin Bieber: Never Say Never), y
esperaba hacer la cinta de G.I. Joe en dos dimensiones. A pesar de que
se filmó en 2D, el director dijo que le puso aspectos de 3D a la
filmación. Además de la diversión de sus dimensiones la película tiene
jets que pasan rezumbando sobre las cabezas de los espectadores y una
pelea en las alturas entre unos ninjas en el Himalaya.