El que fuera una de las estrellas mejor pagadas de la televisión durante su etapa en la serie Friends se
ha visto obligado a deshacerse de su lujosa vivienda de Hollywood, por
la que pagó más de 8 millones de dólares cuando la adquirió hace dos
años. Además de la incomodidad de tener que abandonar su exclusiva
mansión en tan corto plazo, el artista solo ha conseguido recaudar
4.685.000 dólares de los más de cinco que pedía por la casa en su
oferta, lo que en total suponen casi 4 millones de pérdidas si se compara con el precio inicial que pagó por el inmueble.
A
pesar de los negativos resultados de sus operaciones inmobiliarias, la
carrera profesional del intérprete estadounidense vuelve a resurgir con
fuerza tras varios años alejado de la pequeña pantalla. Su nueva comedia, Go on, le ha devuelto la popularidad televisiva que perdió tras el final de la emblemática Friends, a la que siguieron apariciones esporádicas en otras series y el mazazo que supuso la cancelación de su prometedora producción Studio 60
en 2006. El popular actor ha recuperado en estos meses la estabilidad
profesional y, para celebrarlo, invitó a Courteney Cox a hacer una
aparición especial en su serie, y propició el primer encuentro en nueve
años de las dos estrellas de Friends.
"Estoy rodando con Courteney Cox para Go on. Obviamente,
trabajar de nuevo con ella es fantástico ya que nos compenetramos a la
perfección. Y me han vuelto las ganas de molestarla con mis bromas como
hacíamos antaño", compartió el actor en su perfil de Twitter sobre la
que fuera su esposa en la ficción televisiva.