"Lamento profundamente cualquier decepción que haya causado". Las
palabras son de Anne Hathaway y se refieren al polémico vestido que
utilizó en la alfombra roja de los Oscar.
La ganadora del Oscar
como mejor actriz de reparto por su papel de Fantine en el musical Los
Miserables acudió al Dolby Theatre con un vestido de Prada en rosa
pálido que se convirtió en una de las comidillas de la noche: y es que
las pinzas de los costados del busto marcaban notablemente las curvas de
la actriz y parecían pezones, que a los pocos minutos de pasar por la
alfombra roja ya tenía dos cuentas nuevas en Twitter:
@AnneHATHAWAYNipples y @HATHAWAYNipples (los pezones de Anne Hathaway).
Aunque
ambas fueron retiradas al cabo de unas horas, durante la gala causaron
sensación en la red, igual que el año pasado hiciera @AngiesRightLeg que
alguien abrió en honor a la pierna derecha de Angelina Jolie que se
podía ver en todo su esplendor a través de su vestido.
En
declaraciones a la revista People, Anne contó que el vestido de Prada
–muy tapado en el frente y muy abierto en la espalda.- no fue su primera
opción.
"En la noche del sábado supe que iba a haber un vestido
muy similar al Valentino que tenía la intención de ponerme, así que
decidí que era lo mejor para todos los involucrados cambiar mis planes",
le dijo a People.
Así fue como se decidió por el Prada color rosa
pálido al que ella misma definió como "negocios de frente y fiesta de
espalda" por su osado diseño en la parte de atrás, muy descubierta con
dos tiras finitas y un lazo que le marcaba la cintura. Se ve que no
reparó en los pezones del frente.
"Aunque me encanta el vestido
que llevaba, fue una decisión difícil de última hora teniendo en cuenta
que yo había tenía planeado usar un Valentino en honor a la relación
profunda y significativa que he disfrutado con la casa y con el propio
Valentino", continuó y cerró pidiendo disculpas por su error: "Lamento
profundamente cualquier decepción que haya causado".
La actriz, de
30 años, es de hecho una fanática de Valentino y ha usado sus diseños
desde hace muchos años, incluyendo su vestido de novia cuando se casó
con Adam Shulman en septiembre pasado.
El collar que llevaba
puesto en la noche de los Oscar era una bellísima pieza de Tiffany
& Co valuada en medio millón de dólares. El revuelo por el vestido
de Prada fue tal que la actriz optó por cambiarse cuando fue a celebrar a
la fiesta de la revista Vanity Fair. Y eligió un discreto Saint
Laurent.