Aunque la estrella televisiva, Kim Kardashian,
sigue inmersa en el eterno proceso de divorcio de su exmarido, el
deportista Kris Humphries, el pequeño trámite legal no será obstáculo
para formalizar su relación con el rapero Kanye West, de quien espera su
primer hijo para el próximo verano.
La pareja protagonizará un emotivo encuentro en la playa en la que
celebrará su amor y su vida en común acompañada de toda su familia, y
ambos incluso intercambiarán anillos en señal de su sólido compromiso.
“Kanye es una persona muy tradicional con respecto al amor, y
le encantaría poder pasar por el altar con su chica ahora que van a
tener un bebé. Pero Kim todavía está oficialmente casada, por
lo que no hay mucho que puedan hacer por el momento. No obstante, los
dos están decididos a proclamar su amor a través de un evento formal,
con su familia y amigos, e incluso realizando el típico ritual de los
anillos. Una amiga de Kim les prestará su preciosa mansión en la playa
de Malibú y, aunque la fiesta será más discreta que una boda de verdad,
todo el mundo está emocionado por el evento”, relató una fuente cercana a
la pareja al diario The Sun.
Con esta íntima ceremonia, Kim tratará de dar carpetazo definitivo a una trayectoria sentimental caracterizada por los altibajos.
Solo tres meses después de su idílica y mediática boda con el jugador
de baloncesto, la pareja protagonizó una agria separación con
intercambio de reproches incluido, una situación que Kim ya había
experimentado previamente al divorciarse del productor musical Damon
Thomas en 2004.
Vía Bang Showbiz