La princesa del pop, Britney Spears,
se aseguró de hacer todas las gestiones legales necesarias al principio
de su relación para que su expareja y exagente no pueda hacer ningún
tipo de declaraciones públicas sobre su romance ni tampoco sobre los
motivos de su separación.
Según publica el portal TMZ.com, una fuente cercana a la cantante
reveló que Jason firmó un acuerdo de confidencialidad cuando se
comprometió a ser el tutor de la cantante junto con su padre, Jamie, el
año pasado. A partir de este contrato, el exprometido de Britney también
tenía la potestad sobre los asuntos legales de la cantante, aunque
desde el pasado viernes ya no tiene tal poder.
La fuente también aseguró que la pareja sigue manteniendo un vínculo íntimo y que a pesar de las medidas que ha tomado Britney, es el mismo Jason quien nunca hablaría en público de su relación.
La estrella del pop ya le ha devuelto su anillo de compromiso a Jason
-una pieza de más de tres quilates, valorada en 90.000 dólares (67.000
euros)–, una vez se hizo efectiva su ruptura únicamente motivada por el
hecho de que él no quería tener hijos. Así lo afirmó la propia Britney,
quien reconoció que siempre “adorará” a Jason, pero que no está
dispuesta a renunciar a ampliar su familia, en la que ya tiene dos hijos
fruto de su matrimonio con Kevin Federline.
“Jason y yo hemos decidido suspender nuestro compromiso. Siempre lo adoraré y seguiremos siendo buenos amigos”, declaró Britney.
Por su parte, Jason corroboró la buena sintonía que existe entre él y la cantante, pese a que hayan decidido dar carpetazo al “capítulo” de su romance.
“Aunque este capítulo se cierre, para los dos se abre uno nuevo.
Quiero y siento mucho cariño tanto por ella como por los niños, y
estaremos unidos para siempre”, contó Jason.
Vía Bang Showbiz