Mucho se ha dicho en los medios que el beisbolista Esteban Loaiza no
podrá acceder a la fortuna de Jenni Rivera, por la existencia de un
contrato prenupcial que firmaron antes de su boda en septiembre de 2010.
Pero en realidad, la firma del contrato prenupcial fue diseñado por los abogados del beisbolista, para proteger su fortuna de más de US$30 millones.
“Esteban no necesita ni quiere e dinero de Jenni. Él no lo necesita”, había dicho un allegado al deportista poco después de conocerse la separación de la pareja.
Loaiza forjó su fortuna jugando con los principales equipos de Grandes Ligas en los Estados Unidos, pasando por las filas de los Phillies de Philadelphia, los White Sox de Chicago, los Yankees de Nueva York, los Dodgers de Los Angeles, los Rangers de Texas y los Atléticos, de Oakland, con quienes firmó un contrato por US$21.4 millones.
Pero en realidad, la firma del contrato prenupcial fue diseñado por los abogados del beisbolista, para proteger su fortuna de más de US$30 millones.
“Esteban no necesita ni quiere e dinero de Jenni. Él no lo necesita”, había dicho un allegado al deportista poco después de conocerse la separación de la pareja.
Loaiza forjó su fortuna jugando con los principales equipos de Grandes Ligas en los Estados Unidos, pasando por las filas de los Phillies de Philadelphia, los White Sox de Chicago, los Yankees de Nueva York, los Dodgers de Los Angeles, los Rangers de Texas y los Atléticos, de Oakland, con quienes firmó un contrato por US$21.4 millones.
Esteban conquistó a la diva de la banda a finales del 2008 en una de las presentaciones de Jenny. Al final de su presentación ambos acudieron a una fiesta, donde intercambiaron teléfonos. El 8 de septiembre de 2010 se casaron en un rancho de Simi Valley, California. La boda fue de las más esperadas ese año y costó alrededor de US$1.5 millones.