Con apenas 32 años, el padre Aicardo Alzate se ha convertido en uno de los sacerdotes más queridos de la comunidad de los Misioneros Redentoristas en Buga, Colombia.
¿Su truco? La música, su mejor herramienta para la evangelización. Pero no cualquier música. Los ritmos latinos, tales como las rancheras, la salsa, el vallenato, el reggaetoN o el merengue componen su discografía de música religiosa.
"De hecho, comercializo mis discos para ayudar a la educación de los
niños pobres, sobre todo en las zonas más violentas de nuestro país",
explica.
Sus celebraciones son de lo más animadas.
Los feligreses bailan y cantan sus ritmos. "Hasta yo mismo me
divierto", reconoce, «porque estoy convencido de que si no disfruto
primero yo, no puedo pretender que otros lo hagan".
Tiene
una canción sobre el aborto, otra sobre la fidelidad en el matrimonio,
los intentos de suicidio, la depresión…. "Es la realidad de las personas
durante las confesiones", asegura.