El artista español Miguel Bosé, quien recientemente se durmió durante
una entrevista- es un maestro a la hora de generar polémica y sabe que
sus contundentes respuestas en las entrevistas le asegurarán un puesto destacado en la actualidad de los medios de comunicación.
En sus más de 30 años de carrera, la estrella ha ofrecido numerosas
muestras de su fuerte carácter, y tanto los periodistas como los
miembros de su círculo más cercano han sufrido en alguna ocasión sus
cambios de humor. Sin embargo, si hay algo que enfurece de verdad a Bosé
es la gente que le profesa adoración extrema.
“En mi caso no tengo a nadie que me diga lo que quiero oír, los tengo entrenadísimos. Yo despido a la gente que me lame el culo.
Les miro mal, les hago la vida imposible, les pongo trampas. Eso no es
saludable ni en una familia ni en los equipos”, confesó en una
entrevista con la edición española de la revista Rolling Stone.
El veterano intérprete tampoco tolera el “morbo” que, en su opinión,
destilan muchos periodistas en la formulación de sus preguntas. En su
extensa trayectoria lidiando con la prensa, Bosé no ha dudado en
dirigirles insultos cuando la ocasión lo merecía -’Cerdo, eso no se hace
en mi rueda de prensa’, le espetó a un periodista que se bajó los
pantalones para llamar su atención- o algún que otro desplante, como el
que protagonizó cuando abandonó la sala en medio de una conversación que
derivó en temas demasiado personales.
“Yo no me enfado por lo que me preguntan, sino por la actitud que tiene la gente al hacerlo.
Lo que no soporto es el morbo, aunque es totalmente cierto que tengo
fama de gruñón y de pedante en las entrevistas. Es una fama pésima que
debo mantener para que no se deje de hablar de mí en los periódicos”,
explicaba hace años en una entrevista promocional de su disco Sereno.
Pero si hay un tema que es capaz de desatar en Bosé reacciones tan
pasionales como contradictorias es el de su apuesta por una imagen de
clara ambigüedad sexual. Sobre este asunto, el artista ha llegado a
quejarse de la excesiva indiscreción de los reporteros, al tiempo que se
explaya argumentando las razones que le motivan a ello.
Vía Bang Showbiz