Este sabueso de dos años, llamado George, estaba solo en su casa en West Yorkshire cuando comenzó a entretenerse con el cable del teléfono.
Estaba tan distraido que no se dio cuenta de que el cable se enrredó en su cuello. Comenzó a patalear y sin querer marcó tres veces la tecla del número 9, combinación telefónica que en Inglaterra corresponde a la central de emergencias.
Del otro lado, el recepcionista escuchó que alguien se ahogaba, por lo que mandó a los paramédicos al lugar que marcaba el identificador de llamadas.
Al llegar a la casa el cuerpo de emergencias buscó por todos lados a una persona herida o desmayada, sin encontrar nada extraordinario. Fue un vecino que se acercó al sitio quien vio al animalito asfixiado y corrió a socorrerlo.
Lydia Brown es la dueña de George no daba crédito de lo que había hecho su perro, pues no entiende cómo pudo marcar el teléfono y más cuando éste es de disco.
"George no es por lo general muy inteligente. Bueno, en realidad es realmente tonto y sólo disfruta masticando calcetines", comentó la chica.
Estaba tan distraido que no se dio cuenta de que el cable se enrredó en su cuello. Comenzó a patalear y sin querer marcó tres veces la tecla del número 9, combinación telefónica que en Inglaterra corresponde a la central de emergencias.
Del otro lado, el recepcionista escuchó que alguien se ahogaba, por lo que mandó a los paramédicos al lugar que marcaba el identificador de llamadas.
Al llegar a la casa el cuerpo de emergencias buscó por todos lados a una persona herida o desmayada, sin encontrar nada extraordinario. Fue un vecino que se acercó al sitio quien vio al animalito asfixiado y corrió a socorrerlo.
Lydia Brown es la dueña de George no daba crédito de lo que había hecho su perro, pues no entiende cómo pudo marcar el teléfono y más cuando éste es de disco.
"George no es por lo general muy inteligente. Bueno, en realidad es realmente tonto y sólo disfruta masticando calcetines", comentó la chica.
