Zac Efron, Vanessa Hudgens y Selena Gómez han pasado por Venecia con
un único objetivo: el de cambiar su “imagen Disney”, la que los
convirtió en ídolos juveniles pero que los llevó a un encasillamiento
del que huyen desesperadamente, como ya hicieron Ryan Gosling o Anne
Hathaway.
“Por supuesto entiendo que Disney Channel te convierte en una especie
de marca. Será impactante para muchos de mis fans, pero será bueno para
mí. Esto es crecer”, expresó Selena Gómez a propósito de su personaje
en “Spring Breakers”, que, aunque comienza como una chica de valores
religiosos, acaba dándose al alcohol y las drogas en esas “vacaciones de
primavera” que son la pesadilla de todo padre con hijos adolescentes.
La cantante, sustituta natural en Disney Channel de Hannah Montana,
reconvertida ahora en la más picante Miley Cyrus, tiene como compañera
de correrías a Vanessa Hudgens, sin ropa de colegiala de pompones de
animadora como en “High School Musical”, sino con un escueto bikini y
cuya travesura juvenil acaba convirtiéndola en peligrosa gángster.
“Nunca pensé que formaría parte de una película de este tipo”, dijo
Vanessa.