Justin Bieber y Liam Hemsworth son vistos por millones de
adolescentes como los ejemplares masculinos más atractivos, sin embargo
ellos tienen físicos diametralmente opuestos en tamaño y simetría y lo
único que tienen en común es que tiene los ojos claros y el cabello
rubio, por lo demás en el cuerpo no tienen ni pizca de comparación.
Justincito es el clásico caso del joven menudo y cara de niño
que parece que se ha quedado estático en la etapa de la pubertad. El
canadiense se ha puesto en manos de los más famosos entrenadores y
nutricionistas para aumentar su musculatura, pero lo único notorio que
ha conseguido es fortalecer sus abdominales.
Hemsworth tiene el biotipo del deportista nato que le viene de herencia,
basta con ver a su hermano Chris "Thor" Hemsworth, para tener idea de
los genes de esta familia. Por eso cuando le ofrecieron el papel para
"Los Juegos del Hambre" se puso bajo entrenamiento estricto y consiguió
desarrollar una atlética figura que hizo estragos entre la audiencia
femenina.
Justin Bieber puede ser el ejemplo del personaje del
alfeñique que aspira convertirse en fortachón, con la diferencia de que
el "babyface" si conquistó el corazón no de una, sino de una legión de
hermosas damas, aunque su novia oficial es Selena Gomez. En cuanto a
Liam Hemsworth es el otro extremo, su impresionante físico lo ha
convertido en uno de los galanes más populares y tiene a Miley Cyrus
rendida de amor. Como ven en tamaños y colores no mandan los doctores.