Ocho son las colaboraciones entre el director Tim Burton y su actor fetiche, Johnny Depp. Cinco de ellas son adaptaciones o remakes.
Sus colaboraciones han dejado personajes memorables como Eduardo Manos de tijeras, Ed Wood o el Ichabod Crane de Sleepy Hollow; y otros tan excesivos como el Sombrero loco de Alicia en el país de las maravillas.
Su más reciente filme, Sombras tenebrosas (Dark Shadows) saca de su tumba otro clásico (y otro personaje excéntrico), esta vez la serie gótica de televisión (1966-1971), creada por Dan Curtis, un programa de culto para quienes lo recuerdan.
La película, que se estrenó en Estados Unidos el pasado 11 de mayo, gira en torno a Barnabás Collins (Johnny Depp), quien despierta violentamente 200 años después de haber sido convertido en vampiro por la maldición de Angelique Bouchard (Eva Green), una bruja a quien le rompió el corazón.
Bernabé se presenta en la mansión de su familia en 1972 y encuentra que los restos de la finca Collinwood son controlados ahora por la matriarca de la familia, Elizabeth Collins (Michelle Pfeiffer), quien intenta controlar a su hermano Roger (Jonny Lee Miller), su precoz hija adolescente Carolyn (Chloe Grace Moretz) y el hijo de Roger, David (Gulliver McGrath), de 10 años.
La familia es tan disfuncional que cuenta con una psiquiatra a tiempo completo: la alcohólica Dra. Julia Hoffman (Helena Bonham Carter).
Sombras tenebrosas cuenta con todos los elementos típicos de la filmografía de Burton: lograda estética, excelente fotografía, magnífico diseño de producción, admirable vestuario, cuidada banda sonora y un elenco de primera.
Destacan del grupo, Depp con un carismático Barnabás construido a la perfección, Moretz y, especialmente, Green.
Aunque el filme es entretenido y con logrados momentos de humor, gracias a un guión desequilibrado (especialmente en la segunda parte), no es particularmente memorable.
Al final, no será esta la producción que acalle el grito de los críticos para quienes Burton hace tiempo perdió su rumbo.