Liam Hemsworth podrá querer mucho a Miley Cyrus, pero por los momentos necesita un espacio a solas…
Faltando poco para su boda, el actor se ve agobiado ante la promesa
de su novia de no separarse de él hasta llegar al altar, y obviamente
luego de la unión, mucho menos…
Miley viajó a Philadelphia, donde su prometido se encuentra grabando su próxima película, Paranoia, pero este…
¡Le pidió que se fuera!
Según informa el portal Radar Online, Hemsworth considera
que la presencia de su chica representa una seria distracción que le
afecta a la hora de trabajar, ya que le cuesta mucho concentrarse en el
set de filmación.
Como cuenta el sitio web, hay fuentes que aseguran que la recordada Hannah Montana “está volviendo loco a Liam“…
“Mientras él rueda en Philadelphia su nueva película, ella se distrae
haciendo compras, mimándose en salones de belleza y sin parar ni un
solo momento”, todo bien hasta ahí…
Lo malo llega cuando en la noche se unen y Miley no para de contarle su divertido día, mientras que Liam solo quiere descansar, aprenderse el guion, o cenar tranquilamente, comentó una fuente cercana a la pareja. También, Cyrus prefiere “salir a locales gays y a divertidos restaurantes, a los que Liam no está de humor para ir”, agregó.
Un poco de comprensión…
Para completar, la cantante de Party in USA, se llevó a su perro bulldog, Ziggy, y por sus ronquidos tampoco deja dormir al actor.
El Daily Mail indica que la situación se volvió tan
desagradable, que el futuro esposo sugirió que “puede que haya llegado
el momento de volver a casa”…
Liam, sin duda nosotros hubiésemos hecho lo mismo.