Es la típica colección de calzado con la que hasta la mismísima Carrie Bradshaw soñaría.
Se trata de cerca de cien pares de zapatos diseñados por algún
exclusivo modisto que la celebrity con más curvas de Estados Unidos ha
decidido donar a la caridad después de que su novio se lo pidiera.
Todo sucedió durante uno de los capítulos de Keeping Up With The Kardashians en el que Kanye West se colaba en la habitación de su novia e iba amontonando en la cama todos los zapatos que, a su juicio, eran inservibles.
Algunos parecían completamente nuevos, quizá de una o dos puestas, pero aún así el rapero considera que Kim posee demasiado calzado. A pesar de considerarse toda una adicta a la moda, la Kardashian más conocida dejó que su chico decidiera con qué zapatos debía quedarse.
Montañas y montañas de prendas de última tendencia salieron
disparados de la habitación de la celebrity, incluso un exclusivo bolso
de piel de Louis Vuitton. Sin embargo, Kim parece feliz de la vida y dice que Kanye le ha "inspirado para ser un poco mejor persona".
Pero el rapero no dejó a su chica con el armario vacío, sino
que le trajo algunas reposiciones que, según él, le pegan más. Y es que
solo se trataba de una iniciativa de Kanye West para que Kim Kardashian vista mejor.
La mejor parte de la historia es que la ropa de la celebrity
no caerá en saco roto, sino que el próximo mes se subastará en Ebay y
todos los beneficios irán a parar a Life Change Community Church.