Luis Villapol | Pasadas las 7:30 pm del sábado 28, una cola gigantesca bordeaba el Ciec de la Universidad Metropolitana. La fuerte lluvia que se desató obligó a los organizadores a abrir las puertas del recinto minutos después de que Almas terminara de probar sonido. Este grupo, por cierto, resultó mucho más aplaudido que Joan City y Levítico, los otros dos invitados.
Mientras tanto, en una de las salas de la zona de camerinos, los protagonistas de la noche, acosados por una muchedumbre de periodistas y asomados, respondían las mismas predecibles preguntas de siempre.
A las 11:15 pm, la tarima quedó a oscuras. Con el tema My Way, en la voz de Frank Sinatra, como marco musical, imágenes de todas las etapas de Zapato 3 se proyectaban en tres pantallas. Delirio general.
Jaime fue el primero en salir, seguido de Diego, Álvaro, Fernando y Carlos. El frenesí fue in crescendo. Las primeras canciones en sonar: Separación y Como un fantasma. El cantante luce emocionado. La última cruzada por fin está en casa, en esa Caracas que siempre les acompañó. "No tengo palabras. Nos entregaremos en corazón y alma", dijo. Y así fue. Le siguieron Ahora estoy sin ti, Maya, Un poco ausente (que no tocaban desde comienzos de los noventa) y Amor de hierro.
Recordando a "Vieja". "Es una noche increíble", indicó Carlos antes de que sonara la intensa Azul, azul. Prosiguió con La razón de estar aquí, Tan cerca de ti y El amor es sangre. Es el momento de recordar a "Vieja" (Javier Avellaneda), excantante del grupo, con una canción que él cantaba en aquel entonces (en la década de los 80): Dónde estás y a la cual Carlos confiesa interpretar "peor que él". Cuchillo, Muriendo por ti (dulce), Antonin Artaud, Pienso perdonarte y Permanecer, completan la primera parte del repertorio.
No pasan ni cinco minutos y están de vuelta con No puedo despegar. Otra para recordar a "Vieja" se hace presente: Obstinado. Álvaro y Fernando tocan sus instrumentos parados frente a frente, aunque ya no hagan el ritual de juntar sus cabezas, como antes, para honrar al vocalista más dark en la historia de Zapato. Carlos muestra el tricolor nacional y casi terminando Hermana el sonido se va. La consola ha colapsado. La acústica del sitio es fatal.
Poco después vienen los momentos cumbres. Amo las estrellas, Vampiro, Entrada de bala, Uñas asesinas y Pantaletas negras, crean el clima más alto de la velada. Más de 12 años después, Zapato 3 sigue manteniendo intacta su arrolladora actitud, con nuevos y potentes arreglos musicales (notables las guitarras y los teclados), con el respaldo de un gran baterista, la entrega de un cantante y la energía del bajista.
El quinteto creó su característico ambiente mágico. Fueron más de dos horas de recuerdos, pero carentes de melancolía. Todo allí fue más bien moderno y futurista.