El arte de salir del clóset sin escándalos


"El novedoso arte de salir del clóset." Con ese título de tapa y un subtítulo que aclaraba que se trataba de un "reporte especial", hace diez días la revista Entertainment Weekly, especializada en el cine y la TV de Hollywood, puso en el tapete la nueva manera en que las celebridades confirman su homosexualidad al público. Y quince años después de otra tapa -la de la revista Time con Ellen DeGeneres, que declaraba: "Sí, soy gay"-, la conclusión del artículo es que la revelación ya no produce el frenesí mediático de entonces. La salida del clóset puede ser hecha de maneras más "casuales", apenas con unas líneas en una nota sobre otro tema -como en el caso del actor Jim Parsons de The Big Bang Theory-, sin modificar demasiado la carrera del entrevistado. Claro que el artículo que documentaba detalladamente la nueva generación de actores, músicos y conductores dispuestos a declararse públicamente homosexuales tuvo una consecuencia inesperada y con un perfil bastante alto. Es que fue a partir de esa nota que el popular periodista de CNN Anderson Cooper decidió sumarse a las personalidades nombradas en la nota. "El hecho es que soy gay, siempre lo fui y siempre lo seré. Y no podría estar más feliz, cómodo y orgulloso de serlo." Aunque durante años, el conductor de la cadena noticiosa CNN (que ahora también tiene un talk show que lleva su nombre) mantuvo su vida privada separada de su actividad profesional, la pregunta sobre su orientación sexual aparecía cada tanto tratada de manera más o menos ofensiva.
Por momentos, la especulación sobre ese tema llegó a opacar su desempeño laboral y tal vez por esa misma razón Anderson decidió que el artículo de Entertainment Weekly le daba una buena razón para salir a hablar. Y lo hizo a través de un mail a su amigo Andrew Sullivan, editor del blog The Daily Beast, habitual columnista del programa Real Time with Bill Maher (que se ve aquí por HBO) y militante por los derechos de los homosexuales.
Allí, Cooper explicaba que había decidido mantener su vida privada fuera del ojo público convencido de que un periodista no debe ser parte de la historia, sino dedicarse a contarla. "Siempre creí que saber por quién vota, su religión o a quién ama un periodista no debería ser discutido públicamente. Siempre y cuando sea justo y honesto en su trabajo, su vida privada no debería importar para nada", escribía Cooper, en su respuesta a Sullivan, que le había pedido un comentario respecto al artículo de Entertainment Weekly. Una respuesta que le autorizó a publicar para poner en práctica justo lo que la nota describía. Allí también, el periodista explicaba que esa convicción de mantenerse al margen de las especulaciones sobre su sexualidad había cambiado cuando percibió que su silencio podía interpretarse como que estaba intentando ocultar algo que lo incomodaba, avergonzaba o lo asustaba. "Eso me preocupa porque no es verdad. Además me di cuenta de que si bien como sociedad estamos avanzando hacia una mayor inclusión e igualdad de derechos, la marea de la historia sólo avanza cuando la gente se hace cada vez más visible. Creo que ahí reside la importancia de mi declaración", detalló Anderson. Que, como explicaba el artículo que lo inspiró, decidió discutir su homosexualidad sin escándalos ni sobreactuaciones. "Al desafiar a otros a que exageren la importancia del tema, la nueva generación de figuras públicas gay está dando un claro mensaje: hay una «nueva normalidad», y consiste en ser directo, claro y honesto respecto de quién sos.".



 
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