En Hollywood no funciona el viejo dicho de «cría buena fama y échate a dormir»: la popularidad cuesta y desgasta,
y pocos son los que resisten sus bandazos al cabo de las décadas, sobre
todo cuando se interpone una vida personal algo «sui géneris». Que se
lo digan a Tom Cruise y Adam Sandler, dos estrellas que han visto cómo sus últimos estrenos se han dado un pequeño batacazo en su primer fin de semana de exhibición en Estados Unidos, del 15 al 17 de junio.
Sobre todo el primero, cuya comedia musical «Rock of ages»
ha gozado de un importante aparato publicitario y un presupuesto
holgado (unos 60 millones de euros), pero que solo ha sido capaz de
recaudar unos 12 millones de euros, cifra muy alejada de los más de 30 de «Madagascar 3»y los 20 de «Prometheus», ambos en su segunda semana en cartel. Por lo que parece, el subidón en la carrera de Cruise que supuso«Misión imposible IV»
se ha quedado en agua de borrajas, aunque bien es cierto que, en el
mercado internacional, sus filmes tienen bastante pegada, como demostró «Noche y día». Además, la crítica se ha cebado con el filme, con frases como: «sus números musicales parecen editados con cuchillo de carnicero» (Entertainment Weekly), aunque al veterano Roger Ebert le haya parecido «ingeniosa y efervescente».
De mal en peor
En el caso de Adam Sandler, se puede decir que llueve sobre mojado, ya que sus últimos estrenos (principalmente la horrorosa «Jack y su gemela») gozan de una calidad subterránea, exceptuando «Hazme reír», de Judd Apatow. Pero la gente más o menos acudía a verlos. Hasta que llegó «That's my body», aquí llamada«Desmadre de padre»(la traducción tampoco ayuda mucho, la verdad), una charlotada familiar que apenas ha recaudado 10 millones de euros,
con un coste seis o siete veces mayor, y que ha inspirados juicios del
calibre de: «pueril, obsesionada con las entrepiernas y grosera»
(Variety) o «aunque pasaran otros 87 años y medio, el siglo XXI podría no ver una comedia más estúpida que esta» (Chicago Tribune).
A pesar de estos batacazos,
que sus fans se queden tranquilos: tanto Cruise como Sandler tienen
intención de seguir torturándonos, digo amenizándonos la existencia,
durante una temporadita, a juzgar por sus numerosos proyectos (del
calibre de «Top Gun 2» o «Niños grandes 2», respectivamente). Por cierto, en agosto podremos comprobar cómo funcionan en la taquilla española estas «perlas»...