En la década de los 90 el nombre Tom Cruise era
sinónimo inmediato de éxito de taquilla y es por eso que este popular
actor logró convertirse en una de las estrellas más rentables de la
historia de Hollywood.
Tras su divorcio de Nicole Kidman y su estrecha relación con la
cienciología, la vida privada de Cruise comenzó a ser la noticia más
importante, sus películas quedaron en segundo plano y varios proyectos
de alto perfil protagonizados por el actor generaron pérdidas importante
por su mediocre taquilla.
Todo parecía haber cambiado cuando el año pasado Misión Imposible: Protocolo Fantasma logró hacer que Tom regresara al tope de las carteleras al acumular casi 700 millones dólares en el mundo entero.
Pero al parecer fue solo un espejismo…
Con esta “recuperada” popularidad muchos expertos de la industria
pensaron que la reputación del actor se había regenerado y que su
siguiente proyecto, el musical Rock of Ages, continuaría la racha de éxitos.
Las criticas del film no han sido del todo favorables pero las
mayoría de los especialistas han alabado a Cruise por romper el molde
con su caracterización del excéntrico rockero Stacee Jaxx y también por
sus habilidades, hasta ahora desconocidas, para el canto.
A pesar de tener un impresionante elenco de estrellas y una banda
sonora repleta de temas muy populares en la década de los 80, Rock of
Ages tuvo un debut bastante decepcionante este fin de semana al
colocarse en la tercera posición con tan solo 15 millones recaudados en
sus primeros tres días de exhibición.
Como verán en Hollywood nada es predecible, un día estas en la cima y al siguiente puedes estar en el fondo.
Pregúntenle a Tom Cruise.