Catherine Zeta-Jones desvela que el veterano actor se ha sumergido por
completo en el universo femenino para preparar su próximo papel en la
gran pantalla, en la que encarnará a Liberace, uno de los artistas más
emblemáticos de la escena gay en los años 60 y 70. Aunque la intérprete
galesa está muy contenta de ver a su marido de vuelta al trabajo y
completamente recuperado del cáncer de garganta que sufrió hace dos
años, no puede tolerar que utilice sus joyas y su ropa interior para
ensayar.
"Michael se encerraba en el dormitorio y se ponía mis diamantes y otras joyas. Me quedé estupefacta y tuve que decirle: 'Michael, por favor, quítate mi ropa interior ahora mismo. Venga, dame mis joyas ya'", confesó en el diario Daily Star.
Entre otras habilidades, el oscarizado actor ha tenido que aprender a tocar el piano a la perfección para poder dar vida al famoso músico en la nueva cinta biográfica, 'Behind the Candelabra', lo que le obliga a practicar constantemente en casa. A pesar de que Catherine disfruta a menudo de las dotes musicales de su pareja, reconoce que empieza a cansarse de tener que convivir con 'Liberace', en vez de con su propio marido.
"Me guiña el ojo cuando toca el piano, lo que me hace gracia. Pero empiezo ya a hartarme de tener que desayunar con candelabros y, sobre todo, junto a un extraño", bromeó.
"Michael se encerraba en el dormitorio y se ponía mis diamantes y otras joyas. Me quedé estupefacta y tuve que decirle: 'Michael, por favor, quítate mi ropa interior ahora mismo. Venga, dame mis joyas ya'", confesó en el diario Daily Star.
Entre otras habilidades, el oscarizado actor ha tenido que aprender a tocar el piano a la perfección para poder dar vida al famoso músico en la nueva cinta biográfica, 'Behind the Candelabra', lo que le obliga a practicar constantemente en casa. A pesar de que Catherine disfruta a menudo de las dotes musicales de su pareja, reconoce que empieza a cansarse de tener que convivir con 'Liberace', en vez de con su propio marido.
"Me guiña el ojo cuando toca el piano, lo que me hace gracia. Pero empiezo ya a hartarme de tener que desayunar con candelabros y, sobre todo, junto a un extraño", bromeó.