El ir y venir de Alejandra Guzmán al hospital ha despertado sospechas, rumores, comentarios de todo tipo y hasta oraciones.
No acababa de salir la rockera el viernes pasado del hospital cuando
volvió ayer por la mañana a la clínica especializada de Interlomas donde
se atiende para deshacerse de la infección que le causa el residuo
plástico que todavía tiene en la espalda baja, motivo de la mala
práctica de una cirugía para aumentar sus glúteos.
Y va y viene, y va y viene, y por lo que parece le quedan varias
salidas y regresos más al inmueble porque está calculado que pueda
concluir con su tratamiento hasta finales de agosto.
Ayer le hicieron el quinto lavado quirúrgico y utilizó nuevamente su
cuenta de Twitter para mantener informados a sus fans y a los medios.
“Mi intuición, pensamientos y sueños son positivos, hoy va el quinto
lavado quirúrgico y cambio de sistema v.a.c.”, puso la rockera de 44
años en su mensaje.
Y este fue acompañado de una imagen en la que se puede ver a la Reina
de Corazones sonriendo dentro de una cámara hiperbárica, com la mejora
la oxigenación y cicatrización en su cuerpo.
A su salida, el viernes pasado, cuando abordó la camioneta de su hermano Luis Enrique, fue breve en su mensaje ante las cámaras.
”Ya me siento mucho mejor, estoy en buenas manos, estoy cerrando mi
herida y estoy feliz de irme. A todos les digo que aprovechen la vida,
que disfruten al máximo”.
Aunque no son cirugías, lo que está tomando La Guzmán son lavados en
la zona de la herida y además de su médico, Raúl López Infante, ahora se
sumaron a su tratamiento médico los especialistas Adrián Tovar y
Giovanni Betti.
Mucha luz y fuerza, Ale.