Tras diez semanas de competencia, el cubano William Levy y su pareja Cheryl Burke, obtuvieron el tercer lugar en la nueva temporada del programa Dancing with the Stars.
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A pesar que la pareja dominó la salsa en su ultima aparición sobre la pista, no fue suficiente para obtener el primer lugar de la competencia que en esta oportunidad lo alcanzó el futbolista Donald Driver, mientras que la cantante Jennifer Hedkings obtuvo el segundo lugar.
El favorito del público femenino desde el comienzo fue Levy, quien llegó al último programa empatado en el segundo lugar, sin embargo, fue el primero en ser eliminado.
Ganara o perdiera, para Levy se trataba de algo más que la búsqueda del codiciado trofeo de la bola de espejos, sino de su presentación ante una audiencia estadounidense más amplia.
El actor antes de su participación en el programa era conocido por sus papeles protagónicos en las telenovelas, pero en Dancing with the Stars demostró que no sólo sabe actuar si no bailar muy bien.
Su carisma y sus atributos físicos fascinaron a la audiencia y durante una entrevista en Nightline en abril señaló “cuando vine a esta competencia, nunca vine tratando de derrotar a nadie. No vine en ningún momento tratando de ganarlo todo. Sabes, yo vine y me dije a mí mismo que iba a entregarme a esto ciento por ciento y disfrutarlo”.
Levy empezó la noche final con grandes elogios de los jueces, quienes se deleitaron en su transformación de un primer galán algo rígido de tan musculoso a un bailarín grácil y elegante.
Asimismo, dio crédito a sus raíces cubanas por el impulso adicional que le dio en la competencia.
“Nosotros somos muy apasionados en todo lo que hacemos”, dijo Levy a ABC, refiriéndose a su cultura latina. “A través de la música, vivimos. A través de la música, nos divertimos. A través de la música disfrutamos el tiempo que nos toca, porque todo lo demás es muy duro”.
Con información de El Nuevo Herald