`"Tenía
amigos que tenían ratas; yo ni siquiera las miraba. Pensaba que eran las
mascotas más espeluznantes'', comentó Tami Kaplan, de Waltham,
Massachusetts, quien actualmente es la orgullosa propietaria de tres
roedores.
Cambió
de parecer cuando su hija la convenció de cuidar a una mientras sus
dueños estaban de vacaciones. La rata macho estaba lejos de ser un
espécimen perfecto era obeso, lleno de piojos y del color exacto de una
rata salvaje pero, dice Rushlau, ``no podía creer lo maravilloso que era. Al final de las dos semanas no quería dejar que se fuera''.
En contraste con su repulsiva reputación, las ratas son juguetonas y afectivas, dicen sus propietarios. Además mucho más listas de lo que se pudiera pensar.
En contraste con su repulsiva reputación, las ratas son juguetonas y afectivas, dicen sus propietarios. Además mucho más listas de lo que se pudiera pensar.
También descubrimientos científicos recientes que demuestran la capacidad de las ratas para sentir empatía: ``Cuando se les permite elegir, las ratas escogen liberar a otros animales enjaulados en lugar de tomar comida como premio''.
El
resultado es una mascota que, es más como un perro pequeño, pero que
demanda menos tiempo. Y en comparación con otros roedores, observa
Kaplan, las ratas son más aseadas que los conejillos de indias y es
menos probable que muerdan en comparación con un hámster.
Las
ratas aman la compañía de los humanos porque son animales sociales; en
la vida silvestre viven en colonias grandes. Eso significa que también
necesitan la compañía de sus congéneres, así que uno debería tener al
menos dos. Una jaula con varios niveles les permitirá escalar y ocupar
menos espacio en el piso.
Si
está interesado en una rata como mascota, intente buscar un grupo de
rescate. Mainely Rat Rescue, por ejemplo, tiene ratas en casas de
acogida en Nueva Inglaterra, Nueva Jersey y Nueva York y el año pasado
adoptó a casi 700 animales.
Un
inconveniente es que las ratas no viven mucho, sólo dos o tres años.
"Uno se encariña mucho con ellas y es duro tener mascotas que no viven
tanto'', dijo Kaplan.
Por
otro lado, advirtió Ruslau, este factor triste puede ser una ventaja si
tiene un hijo que quiere una mascota, ya que no tendrá que cuidarla
durante años después de que su hijo se vaya a la universidad.
Sin
embargo, usted podría quedarse obsesionado por las ratas: cuando
familias con niños adoptan ratas, comentó "sucede que muchas veces los
padres se enamoran de ellas''.