La estrella de Disney está tomándose un descanso del mundo de la interpretación, después de reconocer sus problemas alimenticios y autolesiones, y admitió que todavía no se siente con confianza para reaparecer en la pantalla chica.
''Ahora mismo no necesito ponerme delante de una cámara, que te añade
cuatro kilos y que te hace más sensible en cuanto a tu imagen. Estar
ante la cámara me pone nerviosa. Para ello, se necesita un gran nivel de
confianza y seguridad personal que todavía no he alcanzado'', contó la
joven estrella a la edición británica de la revista Glamour.
''Cuando esté preparada, encontraré el papel adecuado y volveré a
rodar, pero por ahora prefiero andar con cuidado. Camino con la cabeza
muy alta, pero soy consciente de que todavía estoy en proceso de
recuperarme'', explicó.
Demi fue ingresada en un centro de rehabilitación en 2010 para llevar
a cabo una intensa terapia, que incluía sesiones diarias que la
mantenían ocupada más de la mitad del día.
''Me sometía diariamente a una terapia de 14 horas, así que llegué a
aprender mucho de mí misma. Durante las primeras 48 horas, no me
permitían contactar con nadie de mi familia o amigos, y muchos de mis
compañeros lo dejaron y abandonaron el centro. Pero yo lo conseguí y
estoy muy orgullosa de mí misma'', se sinceró la polifacética artista.
Desde que salió de rehabilitación, Demi se ha centrado en su carrera musical, lanzando su último disco, Unbroken, el pasado mes de septiembre.