Parece ser que las cosas no comenzaron bien para J. Lo porque
una bailarina de tango uruguaya aseguró: “Me siento estafada y
engañada”. La referencia es para Q’Viva!, el reality show de Jennifer Lopez y Marc Anthony.
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Diferentes medios de Uruguay informan que seis artistas de ese país
recibieron invitaciones de la producción del programa para participar de
las audiciones en enero en Los Ángeles para Q’Viva!, el reality de Jennifer Lopez y Marc Anthony que busca encontrar nuevos talentos latinos.
Resulta que de esos seis sólo dos puedieron concretar el viaje
mientras que otros no aceptaron las peculiares cláusulas de contrato y Laura Smart continúa esperando.
El sitio PrimeraHora.com.uy asegura que entre las exigencias
contractuales figuraban que durante nueve meses no podrían tener
contacto con nadie, incluso familiares directos, que en la casa en la
que se hospedarían tendrían agua a discreción, una sola comida por día y
que deberían pagar cien dólares por posibles gastos. Además, deberían
llevar un micrófono puesto día y noche y que durante la emisión del
reality se podrían revelar detalles de la vida privada de los
concursantes sin derecho a reclamo o desmentido.
Algunos decidieron no firmar ningún papel, entre ellos la pareja de baile de Laura.
Sin embargo, según cuenta la misma bailarina, ella dio el sí. En un
principio cuenta que tenía contacto diario con la producción en Estados
Unidos pero que repentinamente no tuvo más noticias de ellos. A fines de
diciembre, Smart recibió un correo electrónico en el
que le comunicaban que estaban buscándole una pareja de baile y le
pedían que aclara cuál era su estilo de danza.
Según la uruguaya, ese fue el útlimo contacto hasta que a principios
de febrero avisó a la productora que estaba considerando hacer pública
su situación. Una productora del casting para Latinoamérica le respondió
que las audiciones en Los Ángeles en enero eran sólo aun primera
instancia, que “no la dejarían afuera”.
El Observador cita a la encargada de prensa de Q’Viva! para Latinoamérica, Parinaz Farzin quien explica: “Hemos tenido que cumplir con reglas individuales y por desgracia, en el caso de Laura y
otro concursante más, los visados no puedieron ser obtenidos a tiempo
para las audiciones en Los Ángeles. Como resultado, la producción tanto
del show televisivo como del espectáculo tuvo que tomar una decisión
para mantener vigente la línea de tiempo y horario”.
De acuerdo a lo que cuenta la misma Laura Smart en los medios, el contrato que firmó indica que el productor tendrá derechoa suspender o terminar el acuerdo con o sin aviso.