A la paraguaya Larissa Riquelme le gritaron de todo. Las mismas personas que la alabaron hasta el cansancio y la hicieron famosa, le lanzaron botellas. Los hinchas del equipo de fútbol, Cerro Porteño, donde juega su novio, Jonathan Fabbro, culparon a la “novia del Mundial” del bajo rendimiento del jugador.
Pero ella se defendió ante las acusaciones: “¡Qué mal rendimiento ni qué nada, si apenas jugó 15 minutos.
Qué sabe la gente si él está con buen rendimiento o no, él se cuida
mucho, toma muy en serio su carrera de futbolista, no jugó siquiera 45
minutos como para que lo juzguen así”, afirmó indignada.
Larissa, dijo sentirse “muy mal” por lo que sucedió y asegura que se siente avergonzada de que sean los mismos fanáticos de su equipo quienes hayan atacado a la pareja.
Con información de El Comercio