Los Ángeles, 9 ago (EFE).- Alejandra Guzmán, la reina del rock mexicano, vuelve a la carga con el lanzamiento de un álbum que reúne lo mejor de sus 20 años sobre los escenarios,
un tiempo que le ha servido como aprendizaje en muchas facetas de la
vida, aunque, “en esencia”, dice seguir siendo la misma que cuando
empezó.
“De todo este tiempo me quedo con la energía de la gente”, dijo “La Guzmán” durante una entrevista ofrecida a la agencia de noticias Efe.
“Lo que me regalan cada noche, la magia de un éxito, cuando ves que
te cantan la canción, les llega al corazón y les toca la fibra. Me han
pasado también cosas duras, pero sigo aquí y amando lo que hago. En
esencia, sigo siendo la misma que cuando empecé”, añadió.
A sus 43 años de edad, la polémica mexicana sigue siendo un
torbellino. En el escenario y en persona. Extrovertida y de verbo
incontenible, la dos veces ganadora del premio Grammy
(mejor álbum pop latino, por “Flor de papel”, y mejor álbum rock latino,
por “Lipstick”), opta ahora por versionar sus temas más conocidos de la mano del grupo de rock Moderatto.
El disco, llamado “Alejandra Guzmán: 20 años de éxitos en vivo con Moderatto”, consta de 14 canciones: “Verano peligroso”, “Mírala, míralo”, “No te lo tomes personal”, “Llama por favor”, “Volverte a amar”, “Hacer el amor con otro”,
“Ya lo veía venir”, “Hey güera”, “Mala hierba”, “De verdad”, “Día de
suerte”, “Eternamente bella”, “Un grito en la noche”y “Día de suerte”
(versión de estudio).
En el álbum participan invitados como Vico C y Jenni Rivera.
La actuación en directo con Moderatto el pasado 17 de marzo, de la
que se grabó un vídeo que fue exhibido de forma gratuita el pasado lunes
en diez salas comerciales de EE.UU., ha dado pie a una gira internacional que comenzará en México el próximo 20 de agosto y que llegará a Estados Unidos en noviembre.
“Nunca entendí estas ideas, pero me gustan”, admitió la cantautora,
que lucía vaqueros, jersey a rayas en tonos grises y botines con
tachuelas. “Es algo nuevo para mí. Estar en un escenario con gente y que no te estorben es difícil. Soy muy posesiva y me gusta tener mi protagonismo. Vamos a ver qué ocurre”, apuntó.
La hija de los artistas Enrique Guzmán y Silvia Pinal ha vendido más de 10 millones de discos, aunque también ha vivido momentos trágicos, como el aborto que sufrió durante su relación con Gerardo Gómez Borbolla, que la llevó a una “etapa oscura” de adicciones.
“He aprendido lecciones de la vida. Los consejos de mis padres nunca
los escuché. He sido muy visceral, me han sacado de quicio y he tenido
que cambiar eso para seguir adelante. He aprendido un poco a dejar mi
energía en el escenario. Antes no lo hacía y era el mismo desmadre
siempre. He tenido que parar”, reconoció la cantante.
Si hay algo de lo que se siente orgullosa “La Guzmán” es de haber dado sentido a la “locura y rebeldía” que son sus características.
“Para mí la clave es entregar todo en el escenario”, dijo. “Sudo mis nalgas y entrego el alma. En el escenario he encontrado muchas cosas para estar viva. Allí encuentro sentido a mi locura, encuentro el porqué soy así. Es mi recreo y me siento como pez en el agua”, manifestó.
Dentro de pocos días “La Guzmán” regresará a México para embarcarse
en la nueva gira con Moderatto. Y, aunque haya ciertas cosas que le
duelen de su país, como es el hecho de que su hija viva en EE.UU. tras dos intentos de secuestro o que ella misma use una camioneta blindada para desplazarse, sabe que siempre querrá regresar a él.
“Me duele que sea un país tan lleno de cosas bellas y que no las
aprovechemos”, comentó. “No tenemos la educación ni las armas para ser
libres, pero en México es increíble cómo salen las cosas adelante. Tiene
un espíritu bien ‘chingón’, aunque hace falta que le ayuden. Hay mucha pobreza y la inseguridad es asquerosa. Pero yo no cambio mis tacos por nada”, Enfatizó Guzmán.