El actor británico Michael Caine se convierte en un superagente,
aunque sea sólo con su voz, en la segunda entrega de la cinta de
animación "Cars", papel que aceptó pensando en sus nietos, según dijo a la prensa en Los Angeles.
"Tengo tres nietos, y por supuesto que la razón por la cual quise realmente hacer esto era porque quería que me vieran", dijo esta semana el actor de 78 años, que da voz al personaje Finn McMissile en la versión en inglés de la cinta de los estudios Pixar que se estrena el viernes en Norteamérica y varios países de América Latina y el resto del mundo.
Con la carrocería de un Aston Martin de los años 60 "tendí este enorme vínculo con mis nietos gracias a esta película. Si lo pienso bien, las películas que hago los niños no pueden ir a verlas. Así que fue una oportunidad maravillosa para mí", dijo esta semana desde Londres a la prensa en un hotel en Hollywood.
El papel del malvado de la cinta "me hace sonar peligroso", apuntó, para luego agregar en tono más serio: "Esta es una nueva experiencia para mí y es una de las razones por las que lo hice. He estado en el negocio mucho tiempo y es muy difícil tener una nueva experiencia".
En la segunda parte de la película, los coches viejos que quedaron en el olvido de la ruta 66 del oeste de Estados Unidos -tal como narraba la primera- parten a recorrer el mundo con el objetivo de ganar un extenso rally.
La franquicia de esta cinta, que según informes de la industria ha recaudado más de 2.000 millones de dólares por licencias y productos derivados, es una obra creada por John Lasseter, animador de 54 años que hoy es el director creativo de los estudios Pixar y Disney, y adora la cultura de los autos.
"Crecí amando los automóviles y la cultura de los coches del sur de California. Mi papá fue gerente de un concesionario de Chevrolet, por lo tanto los 'Cars' eran algo personal para mí", explicó Lasseter sobre su creación estrella, esta historia de autos que además lo convirtió en multimillonario.
Pero Caine, londinense de nacimiento, contó que los vehículos para él son no más que "transportes", muy a pesar de que su primer auto fue un Rolls-Royce cuando no sabía manejar.
"Crecí después de la guerra en Londres. No conocía a nadie que tuviera auto hasta que tuve 15, 16 o 17 años. En Londres en esos tiempos teníamos el metro y los buses. No había razones para tener un coche", explicó.
Algo impensable en el Estados Unidos de hoy, Caine decidió aprender a manejar con su Rolls-Royce cuando ya pasaba los veintitantos años, tras lo cual optó por pagar un chofer. "Tuve choferes toda mi vida. Nunca manejé haste que vine a Los Angeles y allí uno tiene que manejar, por lo tanto tomé mis clases en Estados Unidos" por primera vez.
Con un montón de estrellas en las voces de la versión en inglés, español y francés, "Cars 2" llega a los cines como una cinta de espías en la que se viven persecusiones de vértigo en Tokio, París y Londres, entre otras paradas de la carrera por el Gran Premio Mundial.
"Tengo tres nietos, y por supuesto que la razón por la cual quise realmente hacer esto era porque quería que me vieran", dijo esta semana el actor de 78 años, que da voz al personaje Finn McMissile en la versión en inglés de la cinta de los estudios Pixar que se estrena el viernes en Norteamérica y varios países de América Latina y el resto del mundo.
Con la carrocería de un Aston Martin de los años 60 "tendí este enorme vínculo con mis nietos gracias a esta película. Si lo pienso bien, las películas que hago los niños no pueden ir a verlas. Así que fue una oportunidad maravillosa para mí", dijo esta semana desde Londres a la prensa en un hotel en Hollywood.
El papel del malvado de la cinta "me hace sonar peligroso", apuntó, para luego agregar en tono más serio: "Esta es una nueva experiencia para mí y es una de las razones por las que lo hice. He estado en el negocio mucho tiempo y es muy difícil tener una nueva experiencia".
En la segunda parte de la película, los coches viejos que quedaron en el olvido de la ruta 66 del oeste de Estados Unidos -tal como narraba la primera- parten a recorrer el mundo con el objetivo de ganar un extenso rally.
La franquicia de esta cinta, que según informes de la industria ha recaudado más de 2.000 millones de dólares por licencias y productos derivados, es una obra creada por John Lasseter, animador de 54 años que hoy es el director creativo de los estudios Pixar y Disney, y adora la cultura de los autos.
"Crecí amando los automóviles y la cultura de los coches del sur de California. Mi papá fue gerente de un concesionario de Chevrolet, por lo tanto los 'Cars' eran algo personal para mí", explicó Lasseter sobre su creación estrella, esta historia de autos que además lo convirtió en multimillonario.
Pero Caine, londinense de nacimiento, contó que los vehículos para él son no más que "transportes", muy a pesar de que su primer auto fue un Rolls-Royce cuando no sabía manejar.
"Crecí después de la guerra en Londres. No conocía a nadie que tuviera auto hasta que tuve 15, 16 o 17 años. En Londres en esos tiempos teníamos el metro y los buses. No había razones para tener un coche", explicó.
Algo impensable en el Estados Unidos de hoy, Caine decidió aprender a manejar con su Rolls-Royce cuando ya pasaba los veintitantos años, tras lo cual optó por pagar un chofer. "Tuve choferes toda mi vida. Nunca manejé haste que vine a Los Angeles y allí uno tiene que manejar, por lo tanto tomé mis clases en Estados Unidos" por primera vez.
Con un montón de estrellas en las voces de la versión en inglés, español y francés, "Cars 2" llega a los cines como una cinta de espías en la que se viven persecusiones de vértigo en Tokio, París y Londres, entre otras paradas de la carrera por el Gran Premio Mundial.